2006/12/17

Estambul: ciudad y recuerdos


Estambul es un retrato, en ocasiones panorámico y en otras íntimo y personal, de una de las ciudades más fascinantes. Pero tambíen es una autobiografía, la del propio Orhan Pamuk.

La historia da comienzo con el capítulo de su infancia, donde Pamuk nos habla sobre su excéntrica familia y su vida en un polvoriento apartamento en el centro de la ciudad.

Hermoso retrato de una ciudad y una vida, ambas fascinantes por igual.

"En la búsqueda del alma melancólica de su ciudad natal, Pamuk ha descubierto nuevos símbolos del choque y el mestizaje de las culturas". Fundación Nobel.

Premio Nobel de Literatura 2006
Eibarko Juan San Martin liburutegia


2006/12/12

El borracho moderno


Aunque existen incontables libros sobre cómo preparar una bebida –nos dice el autor en la introducción del libro-, hay bien pocos dispuestos a explicarnos qué hacer tras el siguiente paso lógico, que es remojarnos el hígado con ella […] Este libro pretende aliviar ese erróneo sentimiento de culpa y reafirmar una noción que nuestros abuelos tenían por cierta: es perfectament sano y normal querere salirnos de nuestra propia cabeza, tomarnos unas vacaciones de nosotros mismos.




"Ondo pozik jarriko da aita garagardoa egin diogula ikusten duenean, ez da?" "Nor diozu?".



Zuk zeuk egin, zuk zeuk edan



*irudia, liburuaren barrutik hartua



Frank Kelly Rich, fundador y editor de Modern Drunkard Magazine, propone con El Borracho Moderno un auténtico manual del copeo que te enseñará el protocolo del buen beodo, además de trucos para colarte en fiestas, escaquearte de pagar rondas, hacerte colega del camarero… En definitiva, un motivo más para beber con alegría y conocimiento de causa en compañía de buenos amigos.



También te puedes beber:

Tratado sobre la resaca: guía de supervivencia para los que beben sin sed, de Juan Bas


Hank: la vida de Charles Bukowski, de Neeli Cherkovski



Kultur Leioa Liburutegia



2006/12/04

La contradicción


El escritor es la persona que escribe, y de ambas características la que importa al lector es la segunda. Cabe ser un canalla y publicar ensayos antológicos. De hacer caso a la tercera acepción de la Academia, el escritor no es sólo eso: también es la persona que escribe al dictado. Cuando se da esta situación el lector tiene derecho, como siempre, a despreciar la obra y de paso al mensajero por aceptar ser copista de un bodrio.
El austriaco Peter Handke anima a estas reflexiones. Su defensa de la Serbia agresora y su presencia en el funeral de Milosevic tal vez provoquen el vómito en el ciudadano, pero el lector no es un juez moral. Hay quien se niega a leer su célebre Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Save, Moravia y Drina o Justicia para Serbia, y se equivoca. El lobo no es tan fiero como lo pintan y, por qué no, conviene oír la voz de los supuestos o reales malos. Además, es posible leer una página sin beneficiar al que la inventa. Siempre queda la biblioteca pública para engañarnos con la idea de que no estamos pagando a un escritor tan magnífico como sujeto odioso.

Olvido Almadia. Muskiz